sábado, 11 de julio de 2009

Contestador automático

Estoy en guerra con tu contestador,
estás llamando al 958363004,
odio la fría voz automática,
en estos momentos no puedo atender tu llamada,
que pretende ser tú,
deja grabado tu mensaje al oír la señal,
y siempre me cuenta las mismas mentiras,
y me pondré en contacto contigo,
pero nunca haces nada parecido,
a la mayor brevedad posible.



Este poema está incluído en mi primer poemario, Los poemas del frío, publicado en el año 2000 por la editorial granadina Ediciones Osuna. Se trata de un primer libro ambicioso, pero imperfecto, como suelen ser casi todas las primeras obras de cualquier autor, pero al que yo tengo bastante cariño y del que creo que tenía una calidad media bastante aceptable. También creo que en sus páginas ya estaban todas las coordenadas que más o menos he ido desarrollando posteriormente. Se puede decir que este libro contiene un puñado de buenos poemas, que no es poco. Además, Los poemas del frío estaba envuelto en una hermosísima, gélida, dura portada de, una vez más, Rafael Quintero. Para quien no lo haya visto nunca, se trata de una serie de agujas que atraviesan un papel, dispuestas a la manera de los versos de un poema. De este libro, el novelista Manuel Villar Raso hizo una reseña que se publicó en la revista Ficciones, y que acababa con este párrafo: "Rafael Calero (...) es lírico y decriptivo a un tiempo. Con palabras sencillas, que suenan en todo momento como disparos de fusil, nos cuenta historias en cada poema y sus frases son de una sensualidad tierna, llevan una fuerza insaciable. Su mundo tiene ciertamente un claro olor a sangre, como si bordeara en cada línea el filo de una navaja; pero sin abandonar en ningún momento ese rico tapiz de aromas, luces y colores que provocan una lectura deslumbradora."
Por supuesto, Los poemas del frío está completamente descatalogado, así que si te encuentras por casualidad un ejemplar en una tienda de segunda mano, píllalo. Creo que merece la pena.

1 comentario:

  1. Hola Rafa, soy Txiqui, me acuerdo perfectamente de ese poema, es uno de los que más me gusta de ese libro.
    Tengo ganas de leer éste último, ya te comentaré.
    Un abrazo, ya sé que eres vecino de mis padres. En cuanto acuda a Salobreña nos veremos, un beso. Bueno claro, si venís por Valencia me llamáis.
    Por cierto, el poema siguiente del corazón es brutal, buscaré cosas de ese autor.

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