miércoles, 28 de septiembre de 2011

domingo, 25 de septiembre de 2011

Beso

Digo beso

y las letras van

dando brincos

desde mi boca

hasta tu boca

y traspasan

ilegalmente

la frontera

de tus labios

rojos.

viernes, 23 de septiembre de 2011

John Fante: Oro en el basurero (V)

Un escritor muerto de hambre en la ciudad de los sueños rotos


La tercera entrega de la saga protagonizada por Arturo Bandini, Pregúntale al polvo, fue publicada en 1939. Curiosamente, ese año se publicaron en los Estados Unidos cuatro importantes novelas que hacían añicos el sueño americano: El día de la langosta, de Nathanael West, Las uvas de la ira, de John Steinbeck, El sueño eterno, de Raymond Chandler y, por supuesto, Pregúntale al polvo, de John Fante.
En Pregúntale al polvo, la influencia de Hambre, la novela que había publicado Knut Hamsun en 1890, es más que evidente, como luego lo sería también en Factótum, la novela que Charles Bukowski publicó en 1975. El propio Arturo Bandini reconocía al final de Sueños de Bunker Hill que la novela de Hamsum suponía para él un auténtico tesoro, que lo acompañaba siempre, desde el día en que la robó de la biblioteca de Boulder. “La había leído tantas veces que podía recitarla de memoria”, se vanagloriaba Bandini.
Pregúntale al polvo comienza justo en el mismo punto donde termina “Ave María” el último relato de Dago Red: un aprendiz de escritor malgasta los mejores años de su juventud sentado en una habitación barata de un hotelucho de la ciudad de Los Ángeles, preguntándose cómo conseguirá el dinero necesario para pagar la pensión, para comer algo, para poder seguir adelante. Ese escritor no es otro que Arturo Bandini, ahora ya un hombre adulto de veinte años, que trata de abrirse camino como escritor y al mismo tiempo inicia una relación de amor/odio con una joven mexicana llamada Camila Pérez, relación que está a punto de acabar con la salud mental de la chica.
Pregúntale al polvo es una novela sobre la ciudad de Los Ángeles, una obra que retrata perfectamente sus calles, sus bares, sus espectáculos de striptease, sus tranvías, sus mujeres y hombres, e incluso sus terremotos. Bajo la pátina de fracaso y desengaño, de desilusión y racismo que transpira por las páginas de esta novela, se alza un canto a la gran urbe, un gran poema en prosa al paraíso californiano. En las primeras páginas del libro, Bandini expresa en este párrafo magistral su amor por la ciudad que, a un tiempo, lo aniquila y le da la vida:

¡Dame algo tuyo, Los Ángeles! Ven a mí tal y como yo voy hacia ti, con los pies en tus calles, ciudad hermosa a la que tanto amo, flor triste enterrada en la arena, preciosa ciudad.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

martes, 13 de septiembre de 2011

Ignacio Martínez de Pisón: revisando la historia reciente

La última novela del escritor Ignacio Martínez de Pisón se titula El día de mañana (Sexi Barral, 2011) y desde este mismo momento ya te digo que, si cae en tus manos y aún no la has leído, no dejes pasar la oportunidad de hacerlo. Y es que El día de mañana es una novela de esas que marcan toda una época.
A Ignacio Martínez de Pisón ya lo tenía controlado desde que leí su anterior obra, Enterrar a los muertos, un libro a medio camino entre el ensayo y la ficción, donde narraba los pormenores que rodearon la desaparición de José Torres, traductor y amigo personal del novelista estadounidense John Dos Passos, en una cheka comunista durante la Guerra Civil española. Y es que Torres fue uno de los troskistas más destacados de este país, lo que a la postre, sólo le serviría para ser asesinado miserablemente por los secuaces de Stalin.
En su nueva novela, Martínez de Pisón cuenta la historia de Justo Gil Tello, alias el Rata, un aragonés que emigra a Barcelona a mediados de los años cincuenta, cuando es apenas un muchacho, acompañado de (aunque más certero sería decir tirando de) su madre, enferma y paralítica. A lo largo de la novela, Justo se irá mostrando como un personaje miserable, rastrero, enigmático, camaleónico, mujeriego a pesar de ser bajito y feo, un trepa que no duda en despreciar públicamente a los que lo ayudaron sin pedir nada a cambio, que usa a las mujeres y a los amigos para subir en el escalafón social, que estafa y miente, y que acabará siendo confidente de la policía política franquista, la temible Brigada Social, que acabó convirtiendo este país en un país de soplones y delatores.
A través de un número determinado de narradores, el autor nos va completando todas las caras del poliedro que aparece ante el lector bajo el nombre de Justo Gil. Hasta catorce personajes utiliza Martínez de Pisón para relatarnos la vida de Justo, desde su llegada a una Barcelona inmersa en la posguerra, a pesar de que la guerra hace bastante tiempo que acabó, hasta el año 1978, en plena transición. Catorce personajes que, de una u otra manera, cruzan sus vidas con la de Justo Gil: ex novias, parientes lejanos, inspectores de policía, algún que otro amigo medio tarado, compañeros de trabajo, periodistas, etc. A través de los ojos de estos personajes secundarios (ni una sola vez en toda la obra aparece la voz en primera persona de Justo), vamos conociendo no sólo al personaje principal que es Gil Tello sino también numerosos aspectos de la vida social, política, policial de una época de España que no por cercana en el tiempo resulta más conocida, la del tardofranquismo y la transición, para todos aquellos que por edad no la vivieron. Una época en la que todo estaba por ocurrir, en la que este país se reinventó completamente, como si nunca hubiese ocurrido nada, como si toda esa masa franquista que alababa a Franco en la Plaza de Oriente nunca hubiese existido
Ignacio Martínez de Pisón es un de los mejores narradores de la actual novela española. Sin duda, el gran heredero del mejor Marsé, el de Un día volveré, en esta obra se nos muestra como un escritor con un gran dominio del lenguaje, y con una capacidad ilimitada para construir historias reales y personajes deslumbrantes de esos que tiran de espaldas. Después de leer el libro, uno se queda con la sensación de que todo cuanto ha leído ha pasado ante sus ojos. Así que ya sabes, si acabas de terminar un libro y no sabes qué leer, vete hasta la biblioteca pública más cercana y pídela. Después me cuentas. Que aproveche.

domingo, 11 de septiembre de 2011

M y la señorita Muerte

M ha estado a punto de tirarse a la señorita Muerte en, al menos, tres ocasiones. Siempre fueron encuentros casuales, sin cita previa. Hubo miradas de complicidad, sonrisas, caricias más o menos veladas, algún que otro besuqueo. Una vez, la señorita Muerte pasó su lengua por el lóbulo de la oreja derecha de M y le susurró, en voz queda, palabras obscenas. Incluso se atrevió a morderle el cuello con violencia. Al final, ella siempre acabó follando con otros. Pero M no se engaña. M sabe que, tarde o temprano, tiene una cita con ella. Y entonces sí, ese día, M y la señorita Muerte acabarán follando juntos.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Huesa versus Marinaleda

Anoche pasaron por televisión, en el programa Crónicas, un documental sobre los andaluces que van a vendimiar a Francia. Se centró en el municipio jienense de Huesa, pequeño pueblo situado en la Sierra de Cazorla. Tengo que confesar que me quedé alucinado. Mis ojos no daban crédito a lo que estaba viendo. Era como retrotraerse a otras épocas que uno ya creía desaparecidas por completo.
Lo primero que me sorprendió fue que en Huesa, según contaban los propios paisanos, no hay ni una empresa. No sé si exageraban o no, pero al menos eso es lo que dijeron más de una vez. Como ocurre en otros municipios de la provincia de Jaén, todo el campo está dedicado al cultivo del olivar. Y claro, eso da trabajo durante una época determinada del año, pero el resto, la gente tiene que buscarse la vida como puede. Lo primero que se me vino a la mente fue cómo, durante todos estos años, no se le ha ocurrido a nadie montar industrias relacionada con el aceite, con el embotellado, etiquetado, qué sé yo. Creo que en esto tiene mucho que ver la política de subvenciones de las administraciones públicas. Está claro que, al final, subvencionar, es pan para hoy y hambre para mañana.
Otra cosa que me sorprendió absolutamente viendo el documental es el desprecio que mostraba la gente, sobre todo los jóvenes que hablaron a cámara, por los estudios. Por lo visto, allí nadie piensa que ir a la universidad puede ser un medio para mejorar socialmente, para conseguir un empleo y una estabilidad económica. Es más, todos los chicos a los que se les preguntó, dijeron muy claramente que eso era una pérdida de tiempo, que conocían a muchos licenciados que tenían que trabajar en los hoteles de Ibiza o en el campo, exactamente igual que ellos, que habían dejado los estudios con 15 ó 16 años. Lo que no dijeron, porque quizás lo ignoran, es que los que han pasado por la universidad tienen muchas más probabilidades de encontrar un empleo que los que no han completado ni la ESO. Y que a la larga, cuando lo consiguen, sis condiciones de vida son mucho mejores. Los jóvenes que salieron hablando tienen completamente asimilado, como si de una maldición bíblica se tratase, que ellos tiene que buscarse la vida fuera del pueblo, porque así lo hicieron su padres, los padres de sus padres, etc., etc.
También me sorprendió -y me cabreó- el grado de xenofobia que mostraron. Muchos de estos chicos han emigrado desde que eran niños. Se les supone una grado de solidaridad con los demás emigrantes aunque sólo sea porque ellos mismos se han visto obligados a abandonar su pueblo. Pues ni por esas. Su idea es que los extranjeros vienen a España a quitar el trabajo. Ellos defienden su derecho a ir a otros lugares a trabajar, por ejemplo a Francia, pero no quieren que a este país vengan los de fuera.
He estado buscando información en Internet sobre el pueblo. He visto que desde el año 1987 (no he encontrado nada anterior a este año) todas las elecciones municipales las ha ganado el PSOE. Imagino que siempre habrá gobernado en el pueblo. Por los datos que he encontrado, deduzco que alguna vez en coalición con IU (si estás leyendo esto y tienes más información, por favor, compártela). La pregunta que me salta a la mente es: ¿qué han hecho estos políticos desde 1987? ¿No sienten vergüenza al ver esto en la televisión? Desde mi punto de vista su fracaso es más que evidente.
Cuando terminó el programa, pensé en Marinaleda, localidad sevillana más o menos del mismo número de habitantes, y que partía de las mismas condiciones sociales y laborales al comienzo de la democracia. Marinaleda es, a día de hoy, el único lugar de Andalucía, y probablemente de todo el estado español, con pleno empleo. El tejido cooperativista da trabajo a casi todo el pueblo. Pero claro, en el pueblo sevillano la gente apostó por cambiar el curso de la historia. Y además, encontraron en Gordillo un líder combativo, inteligente, luchador, y ante todo, con las ideas muy claras.
Resumiendo: los de Huesa se tienen que ir de sus casas a buscar trabajo la mayor parte del año. Los de Marinaleda trabajan en su pueblo y son sus propios jefes. Saca tus propias conclusiones.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Todo es mentira

Por si aún teníamos algún tipo de duda, ya ha quedado del todo despejada. Ahora podemos afirmar con rotundidad que lo tenemos claro. Ahora, sí, lo podemos decir en voz alta para que todo el mundo lo escuche. Ya lo hemos comprendido. Hasta los que no querían ver, han acabado por quitarse la venda de los ojos y aceptar la triste realidad. Todo es mentira. Así de simple. Todo lo que nos habían contado hasta el momento es mentira. Hemos vivido metidos en una gran burbuja que ha resultado ser una gran mentira. Nuestro sistema político se ha sostenido sobre pilares que no eran sino grandes mentiras. Todo mentira: la constitución, los partidos políticos, el parlamento y el senado, las comunidades autónomas, los tribunales de justicia, las campañas electorales y las elecciones, y sobre todo, este sistema democrático, corrupto y vil, en el que nos han dicho que vivimos. Democracia, sí, pero sin el pueblo.
La reforma constitucional votada el viernes en el Congreso de los Diputados ha dejado al descubierto, de una vez por todas, la gran mentira en la que vivíamos. Todo cuanto nos habían contado sobre las reformas de ese texto cuasi sagrado que era la constitución de 1978, ahora resulta que era mentira. En realidad, no hacían falta más que un par de llamadas del Presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy al Presidente del Gobierno de España (otra mentira) y que este se tomase un café con Mariano Rajoy para cambiarla radicalmente. Ahora resulta que no se necesitan referéndums, ni terceras partes del congreso, ni que transcurra un número determinado de meses, ni disolver las cámaras, ni nada de cuanto nos habían dicho hasta el momento. La constitución se puede cambiar en un cuarto de hora, sin más apoyo que el de dos partidos (lo de UPN no cuenta, ya que hasta hace poco esos eran el Partido Popular) sin tener en cuenta los intereses de la ciudadanía española, sin tener en cuenta las promesas electorales, sin tener en cuenta al resto de partidos con representación en el congreso. Absolutamente nada. Como digo, todo mentira.
Hasta tal extremo ha llegado la mentira que nos envuelve que hemos visto, finalmente, como en esta IX legislatura, la segunda del presidente Zapatero y el PSOE, estos han acabado por asumir, una a una, todas las tesis políticas de FAES, la fundación que dirige José María Aznar, adalid de la derecha más derecha de toda Europa y, probablemente, del mundo. Zapatero y su gobierno han terminado recortando sueldos, congelando pensiones, guillotinando derechos sociales y laborales, recortando gasto público, con todo lo que ello implica (peor educación, peor sanidad, peores infraestructuras, etc.) y al final, coronando todo este cúmulo de despropósitos, reformando la constitución con nocturnidad, alevosía y a la velocidad de la luz. No obstante, no son tan malos como algunos nos empeñamos en hacer creer. Ya escuchamos el otro día al portavoz del gobierno, José Blanco: si no fuera porque la cosa está muy malita, y hay que ser muy radicales en las decisiones, se habría hecho un referéndum. Por cierto, el discurso de Soraya Sáenz de Santamaría en el Congreso ahondaba en esta tesis.
A partir de ahora, que no me venga nadie con la monserga de la constitución. Para mí no es más que otra mentira. Una gran mentira.

sábado, 3 de septiembre de 2011

La isla del tesoro

Allí te encontré.

No hicieron falta

mapas ni brújula.

No fue complicado.

Tú eras la más hermosa

y de un solo golpe de tus ojos

llenaste de amor

mi corazón.

jueves, 1 de septiembre de 2011

El sistema

Lo único libre son los precios. En nuestras tierras, Adam Smith necesita a Mussolini. Libertad de inversiones, libertad de precios, libertad de cambios: cuanto más libres andan los negocios, más presa está la gente. La prosperidad de pocos maldice a todos los demás. ¿Quién conoce una riqueza que sea inocente? En tiempos de crisis, ¿no se vuelven conservadores los liberales, y fascistas los conservadores? ¿Al servicio de quiénes cumplen su tarea los asesinos de personas y países?

Eduardo Galeano