I
Has abierto tu álbum de
recuerdos:
hay heridas que nunca
cicatrizan.
II
Buscando un bálsamo milagroso
que te haga más fácil el olvido,
has abierto tu álbum de
recuerdos.
III
El tiempo perdido jamás regresa,
que nadie te engañe, es así.
Tú has perdido decenas de
instantes
buscando un bálsamo milagroso.
IV
Un barco hundido en la noche,
en las aguas turbias del dolor.
Todas las puertas se han
cerrado,
sueños que acaban como empiezan:
el tiempo perdido jamás regresa.
V
Ésta no es época para desfiles,
hay millones de razones para
llorar:
guerras televisadas, artículos
de prensa,
pasiones deshojadas, pistolas,
tormentas.
Y ahora, dime: ¿sabes ya qué es
el amor?
Un barco hundido en la noche.
VI
Apagas las luces de tu
habitación.
Miras a través de la ventana.
Ángeles oscuros encima de un
muro.
Comienza a caer una lluvia muy
fina.
Levantan el vuelo, se rompe el
silencio.
Todo el mundo debería saberlo:
ésta no es época para desfiles.
VII
Hay heridas que nunca
cicatrizan,
aunque pase todo el tiempo del
mundo.
No existe ningún bálsamo
milagroso
que sea capaz de curarlas.
Recuerdas su cuerpo desnudo,
un frío metálico acaricia tu
piel,
cierras el corazón a cal y
canto.
Apagas las luces de tu
habitación.