martes, 4 de febrero de 2014

El ángel demente



Rodeado de perros
que ladran a la nada,
con los ojos ebrios de locura,
el ángel demente sostiene
un cartón de vino barato
entre las manos sucias
y dirige el tráfico imaginario
que circula a toda velocidad
por las avenidas caóticas
de su mente derruida.

Entre las aceras frías
el asfalto se desangra.

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