Ella tenía problemas
de corazón.
Era una de esas mujeres
que,
cuando se enamoran,
lo hacen hasta las
trancas.
Él tenía problemas de
corazón.
Era uno de esos hombres
que no se enamoran
ni puestos hasta las
cejas.
Un día coincidieron
los dos
en la misma
coordenada
espaciotemporal.
Ese día,
los
problemas de corazón
de ambos
se elevaron
a la
enésima potencia.
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