miércoles, 29 de julio de 2015

La canción de Helena





“Advirtió que en el equipo de sonido estaba sonando Helen’s song. Se trataba de una canción maravillosa, y uno podía sentir el amor que Georges Cables había puesto en ella. Bosch siempre había pensado en la tal Helen como en una esposa o una compañera especial del músico.
La caja negra, de Michael Connelly.  

domingo, 26 de julio de 2015

Las personas rectas



A la memoria de J. Lizano, J. Krahe, M. Molina y E. Galeano.

A mí no me gustan las personas rectas.

Las personas rectas
no molan
no alegran el día
no son de fiar.

Las personas rectas militan en partidos
de centro-derecha
de centro-izquierda
de centro-centro.
Las personas rectas no militan jamás
en el comunismo libertario.

Las personas rectas hacen en cada momento
lo que se espera de ellas
y nunca
bajo ningún concepto
dicen frases del tipo
me cago en díos
y/o
váyase usted a la mierda.

Las personas rectas
siempre toman caminos rectos
piensan ideas rectas
y se casan con otras personas
tan rectas como ellas mismas.

A las personas rectas
les gusta todo lo recto: 
el amor recto
el mar recto
los dioses rectos
los maestros rectos
la muerte recta
los culos, las tetas, las pollas y los coños rectos
la poesía recta.
Qué asco tanta rectitud.

A mí no me gustan las personas rectas
Yo huyo como de la peste de las personas rectas.

A mí lo que de verdad me pone
son las personas rebosantes de curvas

como Eduardo Galeano
como Manuel Molina
como Javier Krahe
como Jesús Lizano.

martes, 21 de julio de 2015

Nazismo



Nunca me creí que el nazismo hubiera muerto con Hitler, claro, —prosiguió la mujer—. Hoy existen, como entonces, personas con pensamientos malévolos, que desprecian al ser humano, racistas. Sólo que existen con otros nombres, actúan según otros métodos. En la actualidad, no se libran batallas entre ejércitos, pero el odio hacia aquellos a los que desprecian adquiere otras formas de expresión, más solapadas. Como desde abajo, por así decirlo. Este país, por ejemplo, o Europa misma, está a punto de estallar en mil pedazos por dentro a causa de su desprecio por la debilidad, por el furor contra los refugiados, por el racismo. Por todas partes lo veo y me pregunto si, en el fondo, tenemos capacidad para oponer la resistencia necesaria.
Henning Mankell

domingo, 12 de julio de 2015

La muerte de Javier Krahe



Hoy, viendo el telediario a mediodía me he enterado de que ha muerto Javier Krahe. Estaba medio dormido en el sofá y cuando lo han dicho, la noticia me ha sacudido como si hubiera metido los dedos en un enchufe. Ayer mismo estuve hablando con mi amigo Paco Vallejo sobre Krahe. Tuve la suerte de verlo varias veces en directo. Y es que Javier Krahe era un artista para verlo sobre un escenario. Sus discos, llenos de buenas canciones, nunca han recogido toda la ironía, ni la gracia, ni el buen rollo que se daba en sus conciertos. La última vez que lo vi fue en Marinaleda hace dos o tres años, ya no lo recuerdo con exactitud.  Fue un concierto genial, lleno de magia y de poesía.  
Recuerdo aquella súper movida que tuvo con TVE cuando lo del Cuervo ingenuo, aquella canción en la que llevaba a cabo una crítica feroz a Felipe González y a todos sus embustes, y como lo censuraron y luego, durante varios años, no tenía ni un puto contrato en los ayuntamientos socialistas.  
Y también recuerdo ahora el mal rollo que tuvo que tragarse el pobre cuando el juicio por lo del cristo.  Decía en una entrevista aquellos días que si lo condenaban se exiliaba en Francia. Por suerte, no lo condenaron y no tuvo que exiliarse.
Si no has tenido la suerte de ver nunca uno de sus conciertos, no sabes lo que te has perdido. Ahora ya sólo se podrán escuchar sus discos, sus canciones, las versiones que otros artistas hicieron de su cancionero.  Pero nunca más tendremos la oportunidad de tomar una cerveza mientras cantaba aquello de no todo va a ser follar y el público se descojonaba de la risa.
Krahe era un artista genial, ácrata, hedonista y, en mi modesta opinión., absolutamente irrepetible. Es una lástima que un tío como este se haya muerto sin ser un absoluto número uno.  O a lo mejor no. A lo mejor, los artistas como Krahe tienen que ser sólo para  poca gente. Quién sabe.