martes, 6 de octubre de 2015

Adela



Fría como la lava candente.
Blanda como la roca sombría.
Luminosa como el silencio
herido
de la madrugada.
Eterna como una pompa de jabón.
Diminuta como una cordillera
que se alza hasta el cielo.
Oscura como la nieve africana.
Agresiva como una paloma blanca.
Indestructible como las alas
desgarradas
de una luciérnaga.
Febril como el nacimiento de un río.
Espesa
como el agua clara.
Sólida como una lágrima
que recorre el rostro de un niño.
Enigmática como la piel tersa de una manzana.
Impúdica como una mujer que está hecha
de pétalos de albahaca.
Transparente como una noche sin luna.
Real como el unicornio
que pace solitario en la pradera.

Así es Adela.
(para Adela, que hoy cumple doce años)

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