Los del
PP, según he podido leer en sus (horrorosos) carteles electorales, han decidido
tomarse España en serio. De este eslogan electoral se deducen, a bote pronto,
un par de cosas: la primera es que hasta ahora se la habían tomado en broma; la
segunda es que a partir del día 21 de diciembre, si vuelven a ganar las
elecciones legislativas y vuelven a gobernar España, van a cambiar su
mentalidad y su manera de enfrentarse a los problema y, ahora SÍ, se van a
tomar la cosa en serio.
No tengo
ni idea de quién habrá sido el inventor de tan desacertada frasecita, no sé si
el poeta iluminado que se ha devanado las meninges para inventarse tan
hilarante lema se llamará Jorge Moragas o Pedro Arriola, pero creo que el
efecto que consigue es el contrario al deseado. Cuando voy caminando por la
calle y veo el careto de Rajoy (o el del candidato al Congreso por la provincia
donde vivo, Carlos Rojas) con la dichosa frase escrita debajo, a mí, lo que me
produce, son ganas de reír. Es como si alguien me contase un chiste, pero eso
sí, malo de cojones. Porque la verdad, no tiene ninguna gracia que los señores del
PP hayan decidido a estas alturas del partido tomarse España en serio, cuando
han tenido cuatro años largos para hacerlo. Y en lugar de eso, ¿qué han hecho?
Pues tomarse las cosas en broma. O mejor dicho, MUY en broma.
No sé qué
tendrán en la cabeza estos tipos cuando hablan de tomarse España en serio. Pero
mucho me temo que para ellos tomarse España en serio es más de lo mismo, o sea,
aplicar medidas similares a la Ley mordaza, a la Ley Wert, al IVA cultural, a
los recortazos en sanidad, en dependencia, en educación, en medioambiente, en
construcción de carreteras y autopistas, en medidas sociales, etc. Me pregunto
si para los dirigentes del Partido Popular tomarse España en serio será dejar a
uno de cada tres niños españoles en riesgo de pobreza o exclusión social (datos
de la ONG Save the cildren); o tal vez será dejar a más de 3.700.000 parados
sin ningún tipo de prestación por desempleo, (datos de la EPA del segundo
trimestre de este mismo año); o quizás tomarse España en serio sea reducir el
gasto público de vivienda en un 50% en una legislatura o llevar a cabo 600.000
desalojos hipotecarios desde que empezó la crisis-estafa. Aunque bien pensado
tomarse España en serio puede ser también dejar a miles de estudiantes de las
universidades públicas fuera del sistema porque carecen de recursos económicos
para seguir estudiando (44.000 en el curso 2012/2013). O puede que tomarse
España en serio sea permitir que miles de personas no puedan ni siquiera
ducharse a diario porque carecen de agua caliente en sus casas o comer caliente
porque caen dentro de eso que ahora se llama pobreza energética pero que toda
la vida se ha llamado simplemente pobreza. Todo eso es para Mariano Rajoy
tomarse las cosas en serio.
En las
elecciones de 2011 pedían a la ciudadanía que se sumara al cambio, y
anunciaban, a bombo y platillo, que estaban “Centrados en ti”. Cuatro
años más tarde, hemos visto que eso no era más que otra de sus mentiras, que en
realidad estaban “centrados
en sí mismos”, en su
puto culo, en sus negocios y chanchullos, en sus buenos sueldos y en llevárselo
todo, como en efecto han hecho (compartiendo, eso sí, con sus amigos del
Ibex35).
Resumiendo:
que hay que ser un poco tonto del culo para creerse, en serio, el lema del PP.
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