...flotando
los cuerpos muertos en la playa.
Raúl Zurita
Salí
a pasear.
Era
domingo y era otoño.
Caía
una lluvia fina
una
lluvia de cristales minúsculos
que
herían las pupilas.
Mis
pasos me llevaron hasta la playa.
En
la arena hallé
diseminados
aquí
y allá
los
restos de una patera.
Pedazos
de madera
azul
roja.
Algunos
trozos amarillos.
Y
allí en el mar
como
peces sin vida
flotaban
los cuerpos muertos:
uno,
dos, tres, cuatro, cinco, seis...
balanceándose
a merced de las olas
rítmicamente
como
si danzaran
al
son de un vals macabro
que
sólo ellos podían escuchar.
(De Poemas de destrucción masiva, Editorial
Alhulia, 2015)
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