En la Marca España los dos titiriteros de Granada, Raúl García Pérez y Alfonso Lázaro de la Torre, están en el trullo por mostrar durante el desarrollo de la obra La bruja y don Cristóbal numerosas acciones violentas, como el ahorcamiento de un guiñol vestido de juez, el apuñalamiento de un policía, la violación de una monja y el apuñalamiento posterior con un crucifijo. Según el juez Ismael Moreno todo eso es constitutivo de dos delitos: un delito de enaltecimiento del terrorismo y un delito cometido con ocasión del ejercicio de derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizadas por la Constitución. Y eso se merece, en opinión de la fiscalía y de este juez, prisión sin fianza.
Ocho
sindicalistas, conocidos como los ocho de Air Bus, se han sentado hoy en el
banquillo de los acusados. Los ochos trabajadores están acusados de
varios delitos de atentado, lesiones y contra el derecho de
los trabajadores, por los que la Fiscalía pide para cada uno de
ellos penas de ocho años y tres meses de prisión. Según el fiscal estos ocho
trabajadores agredieron a diez policías e impidieron que otros trabajadores
accedieran libremente a su puesto de trabajo el día 29 de septiembre de 2010,
jornada de huelga general contra la reforma laboral del gobierno socialista de
Rodríguez Zapatero.
Mientras tanto, la persona que
durante más de 20 años ha dirigido la red mafiosa que ha estado trincando a sus
anchas en la Comunidad Valenciana, sigue en libertad y no sólo eso, sino que se
le premia con un escaño en el Senado y con un sueldo de unos cuantos miles de
euros a costa del erario público.
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