Si
coinciden en las mismas coordenadas espacio-temporales, o sea
Sevilla, década de los '70s, un hippi sevillano, estudiante de
filosofía, devoto a partes iguales de San Bob Dylan y de San Frank
Zappa, de Jack Keoruac, de Albert Hofmann y de todo lo que huela a
contracultura, y que además escribe la poesía (urbana) más potente
que se ha escrito en castellano con dos adolescentes gitanos de las
Tres Mil Viviendas, punks sin siquiera ser conscientes de ello, que
han mamao flamenco desde la cuna y si, además, a esa mezcla
explosiva de por sí, le añadimos unas gotitas de anarquismo bohemio
(llámese Juan el Camas o El Bizco Eléctrico), y toda la mezcla la
ponemos en manos de un visionario llamado Ricardo Pachón, el
resultado es el grupo más surrealista, extraordinario y genial de la
historia de la música española: Veneno (del mejor, por supuesto).
ZONA DE SACRIFICIO
-
para Azahara Palomeque
Primero, echa de allí a la gente,
procura que se abandonen los campos
y crezca la maleza para que todo arda,
o vá...
Hace 7 horas
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