A Fernando Barbero Carrasco
(Madrid, 1949) tuve la suerte de conocerlo en el verano de 2013 y digo suerte
porque este hombre es una extraordinaria persona, un magnífico conversador, un
hombre solidario y comprometido, y es, ante todo, una enciclopedia viviente
sobre el anarquismo, entre otros muchos temas.
Como digo, Fernando Barbero
Carrasco es un madrileño de Vallecas, con residencia en Alcalá de Henares, hijo
del pueblo, militante de la cultura y la sabiduría, creyente nada sectario de
las ideas de Mijail Bakunin, luchador cuando hace falta luchar y, sin embargo,
pacifista hasta la médula. Pero Fernando Barbero Carrasco es, ante todo, un
escritor con las ideas muy claras. Con cada una de sus obras, el autor
madrileño va rescatando del olvido que impone la historia y sus vencedores a
una serie de personajes que, por diversas circunstancias, habían quedado más o
menos sepultados por el alzhéimer colectivo en el que vivimos. Y todo ello
desde el prisma libertario, pues es en este espectro ideológico donde nuestro
hombre se desliza como pez en el agua.
Así ocurría con Anarquistas vengadores (Atentados
reivindicativos en el mundo del siglo XIX y principios del siglo XX), el
libro con el que yo lo descubrí. Se trata de un volumen que escribió en el año
2013 y de cuya publicación se encargó la editorial madrileña Queimada Ediciones.
En aquel volumen, el autor rescataba de
las fauces del olvido a un puñado de valerosos anarquistas de los siglos XIX y
XX, con un rasgo distintivo común: todos ellos habían participado, movidos por
motivos diversos, en atentados contra políticos, monarcas, banqueros, obispos, aristócratas
y otra gente de mal vivir, que diría el propio Fernando. De esta manera, por
las páginas de Anarquistas vengadores
se pasean hombres como Sante Caserío, Lluís Nicolau Fort, Pedro Mateu, Mateo
Morral, Ramón Casanellas, Manuel Pardiñas Serrano, y otros muchos que un día
decidieron tomarse la justicia por su mano y vengar siglos y siglos de afrentas
y humillaciones soportados por mujeres y hombres de condición humilde a lo
largo y ancho del mundo.
En 2015, se publica Palabras de Barricada (Una recopilación de
anarcoversos), un jugosísimo volumen de poesía, de cuya edición y
compilación se encargó el propio Fernando y cuya edición corrió a cargo, una
vez más, de Queimada Ediciones. Palabras
de barricadas es, como indica su subtítulo, una recopilación de versos que,
de una u otra manera, guardan relación con el tema favorito de nuestro hombre:
el anarquismo. Más de cuarenta poetas, mujeres y hombres, entre los que me
cuento, se daban cita en esta antología poética tan especial y tan
recomendable. El propio Fernando, dejaba claro en una entrevista, cuál había
sido el propósito de esta antología poética :
Hemos
buscado en esta recopilación de anarcoversos, no sólo
la rabia y la decepción, sino, sobre todo, la fuerza y belleza poéticas, que
salen de corazones ácratas. Y hemos conseguido un poemario de una calidad
excepcional, que además se puede leer como una exposición del pensamiento
libertario.
Y el tercer lado de este
triángulo literario libertario es De
guerras y revoluciones (Historias de derrotados que vencieron), el trabajo
más reciente de Fernando Barbero Carrasco, publicado una vez más por Queimada Ediciones
en 2016. De guerras y revoluciones es
un libro de relatos, protagonizados por personajes históricos. Veintiún relatos
conforman esta obra en la que la espina dorsal se sostiene en esos personajes
que, siendo todos ellos perdedores, por casualidades del destino, acaban
venciendo, aunque sea de menara tangencial e inesperada. Con prólogo del poeta
Matías Escalera Cordero e ilustraciones de César Llaguno, De guerras y revoluciones es un libro altamente recomendable,
divertido a ratos, didáctico y ameno siempre.
Como señala Matías Escalera
en el prólogo, “Estas Historias de
derrotados que vencieron, resultan, pues, todo un placer para los ojos y
para la mente; pero, sobre todo, para el alma, para la esperanza y la confianza
de que, a pesar de todo, la lucha no está decidida del todo, que torres más
altas han caído. Que donde menos se espera surge el héroe dispuesto a
jugársela.”
No se me ocurre mejor manera
de adentrarse en la historia que hacerlo a través de un puñado de personajes
pertenecientes a lo que habitualmente se denomina intrahistoria, y que no es
otra cosa que las bambalinas de esa otra Historia escrita por los que ganan, por
los que tienen el dinero y parten y reparten el pastel. No hace falta decir que
en las páginas de este libro no ocurre eso. Aquí no ganan los generales, ni los
reyes, ni los banqueros. Aquí, los vencedores son personas humildes, a veces atracadores
de bancos (o expropiadores, como sería más justo llamarlos), viejos
revolucionarios de la Guerra Civil española, anarquistas argentinos que luchan
enconadamente contra la corrupción policial y política, soldados vietnamitas
que se enfrentan al todo poderoso ejército yanqui, etc., etc. En estas páginas
lo que importa de verdad son los pequeños gestos y nunca, bajo ningún concepto,
los hechos grandilocuentes que nos han intentado vender como heroicos.
Para mí, la prueba
irrefutable de que un libro es muy bueno, es la rapidez con que lo leo. Si lo
empiezo y no quiero soltarlo en las siguientes horas, es que ese libro me ha
cautivado. Y eso precisamente es lo que me ha pasado con De guerras y revoluciones, el último libro de Fernando Barbero
Carrasco, que lo he leído de una tacada. Si tienes ocasión, léelo. Seguro que
no te arrepientes.