lunes, 28 de agosto de 2017

Aullido (de asco y rabia)

Yo he visto a las mentes
más cínicas
más hipócritas
más neoliberales
de mi generación
encabezar una manifestación
contra el terrorismo yihadista
en la ciudad de Barcelona
mientras a las espaldas del pueblo
esas mismas mentes
llenas de maldad y de ambición
hacen sus (millonarios) negocios
con dictadores, sátrapas, tiranos
violadores de derechos humanos
explotadores de mujeres
que pagan de su bolsillo
la destrucción y el dolor
que va sembrando a su alrededor
el terrorismo yihadista.

jueves, 24 de agosto de 2017

DIVERSIDAD Y MESTIZAJE

Me encanta la diversidad. Como soy maestro y trabajo con niñas y niños, sólo puedo decir que me encanta que en mi colegio, como en la vida misma, haya niños y niñas musulmanes, católicos, ateos, testigos de Jehová, evangelistas, budistas, judíos y de cualquier otra religión. Me encanta que haya niños y niñas marroquíes, sirios, rumanos, británicos, alemanes, ecuatorianos, franceses, italianos, polacos, argentinos, payos, gitanos, blancos, negros, morenos, rubios, gordos, delgados, altos, bajos, con gafas y sin gafas, listos y menos listos. No me gustaría vivir en un mundo en el que todas las personas rezaran al mismo dios, en el que todas las personas tuvieran el mismo pasaporte, en el que todas las personas hablaran la misma lengua. Quiero diversidad, mestizaje, mezcla. Quiero flamenco, rocanrol, blues, jazz, música clásica y reggaetón. Quiero paella, pizza, gazpacho, cuscús, kebab y ceviche. Quiero cualquier cosa que me haga crecer como persona. Quiero tolerancia y respeto para los otros, de la misma manera en que lo demando para mí. Quiero libertad y paz para todas y todos.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Escombros en el corazón



Tenemos
Tanto dolor malsano
Tanta violencia gratuita
Tanta muerte inútil
Tanto odio estúpido
Tanta neurosis colectiva
Tanta tristeza devastadora
Tantos escombros en el corazón

Cuando deberíamos de tener

Tanto bienestar compartido
Tanta paz universal
Tanta vida feliz
Tanto amor maravilloso
Tanto sosiego resplandeciente
Tanta alegría fraternal
Tantas flores en el corazón.


sábado, 19 de agosto de 2017

Vivir sin miedo



Cuando se producen acontecimientos de una magnitud tan devastadora como los que tuvieron lugar anteayer en las ciudades de Barcelona y Cambrills, es muy normal que el miedo se apodere de la gente. Miedo a que se vuelvan a repetir hechos de ese calibre, miedo a que nosotros o alguno de nuestros seres queridos nos veamos afectados por hechos similares, miedo al fanatismo,  miedo a no poder hacer nada para evitar hechos semejantes y,  sobre todo, miedo al dolor y a la muerte.
Hace un momento he recibido un correo electrónico de una amiga que vive en Barcelona y que trabaja muy cerca de la zona donde ayer tuvo lugar el atentado.  Ante mi pregunta sobre cómo se sentía hoy, ella me escribía lo siguiente: “Aunque digan que todo es normal, nadie está normal. No es miedo, es como un estado de shock. No creo que haya ninguna persona que no vaya por allí en algún momento si vives en Barcelona.”
Vivir con miedo es lo peor que puede ocurrirle a un ser humano. El miedo te paraliza, no te permite pensar con claridad, no te deja reír ni relacionarte con tus semejantes. El miedo no deja que tu vida sea plena, y hasta la cosa más nimia se verá afectada por ese miedo. Yo, particularmente, hace mucho tiempo que decidí no tener miedo. Y no penséis que llegar a ese estado mental ha sido fácil, pues soy un tipo cobarde por naturaleza.
Como digo, hace tiempo que tomé la decisión de vivir sin miedo. El fascismo, se llame como se llame, lleve el uniforme que lleve, hable el idioma que hable, o le rece al dios que le rece, nos quiere asustados, sin capacidad de respuesta, sin ganas de ser felices, vagando por el mundo como almas en pena. Y eso sí que no.  Por ahí no paso.
Hoy es más necesario que nunca vivir sin miedo. No podemos dejar que los tiranos, los de dentro y los de fuera, se salgan con la suya. Me da igual el sitio del planeta donde vivan. Me da igual si sus armas son las de la violencia indiscriminada o las de las leyes injustas. Me da igual si la amenaza es la cárcel, el desahucio, el paro o la propia vida. No voy a tener miedo. Y, por supuesto, no voy a permitir que nadie me diga con quien me tengo que juntar o quienes tienen que ser mis amigos. Seguiré siendo amigo de mis amigos musulmanes, igual que seguí siendo amigo de mis amigos católicos cuando el IRA asesinaba indiscriminadamente. Seguiré plantando cara al miedo siempre que este me ataque. Porque si no lo hago, perderé mi dignidad, y si pierdo mi dignidad, ¿qué me queda? Miedo, sólo miedo. 

martes, 15 de agosto de 2017

Casi feliz

Observo el mar.  
Su piel azul,
que palpita nerviosa.
Su ir y venir.
Siempre el mismo.
Siempre otro.

Pienso en ti.

Soy casi feliz. 

(Poemas de destrucción masiva, Editorial Alhulia, 2015)

martes, 8 de agosto de 2017

El corazón



—desnudo y vacío— el corazón
León Felipe

—rencoroso y sórdido— el corazón
—altanero y feroz— el corazón
—destartalado y oxidado— el corazón
—enigmático y oscuro— el corazón
—inútil y suicida— el corazón.